martes, 1 de junio de 2010

El hada en el cristal, (VI)

             
                    . – ¿ Que quieres decir? – se extrañó Berta ante la expresión triste de Iridia al decir esas palabras.

                    . – Que ya no queda tiempo. He captado el dolor de las pocas que quedan de mi especie, el grito de muerte del bosque que era nuestra fuerza y nuestra alma. Me habéis liberado para terminar mi existencia con ellas pero os doy las gracias de nuevo. Hubiera sido horrible salir de esa prisión siendo la ultima y morir sola. Lo que más lamento es no tener suficiente poder para cumplir tu hermoso deseo pero nuestra magia procede de la vida del bosque pero está muy herido. Nosotras moriremos con él.
Luis extendió su mano y la colocó sobre la del hada con una mirada triste.

                       . – Yo no quiero que mueras. Dí que podemos hacer para evitarlo.
Iridia cubrió la mano del niño con la suya mientras le devolvía una mirada dulce.
                      . –No creo que podáis hacer nada. Pertenecíamos a este bosque pero en el  que queda están refugiadas mis hermanas y capto su canto de agonía. Una gran amenaza se cierne sobre nosotras.
                       . – Lo sabemos – exclamó Berta – Es la misma que tiene la granja de mis abuelos. Quieren destruir el poco bosque que queda para construir un parque de atracciones. Si lográramos evitarlo podríais seguir viviendo tus hermanas y tú.
                     . – No es suficiente Berta. Necesitamos toda la superficie que se ha perdido aunque si nos dieran tiempo con la  magia que nos queda podemos hacer nacer la vida de nuevo.
                     . – Ese tiempo no existe – dijo con tristeza Luis – la multinacional visitó anoche la granja amenazando al abuelo. Todo está perdido.

Las sombras de la tarde que avanzaba comenzaron a inundar la gruta y Berta se puso en pie.
                     . – Se nos ocurrirá algo Iridia. Aún no sé que pero no nos vamos a rendir con facilidad. Ahora tenemos que marcharnos pero volveremos mañana a la misma hora. ¿ Estarás aquí?.
                    . – Aquí estaré cuando me llaméis mientras iré a reunirme con las mías.

El camino de vuelta lo hicieron los dos hermanos en silencio con cada uno sumido en su pensamientos. Poco antes de llegar a la granja Berta se detuvo en seco.

                  . – Se me ha ocurrido una idea disparatada Luis pero quizá salga bien.
                  . – ¿ De que se trata?.
                  . – Vamos a pedir ayuda a nuestros compañeros de colegio y podemos usar también los que tenemos en la red y además hablar con la profe de naturales, necesitaremos un adulto para lo que se me ha ocurrido. Pertenece a una organización ecologista y ama el medio ambiente. Está en contra de este proyecto. Ya has visto los carteles que elaboró como protesta.

                 . – ¿Les vamos a hablar de Iridia? – inquirió sorprendido.
                 . – Claro que no – negó rotunda – o nos tomarían por locos o podíamos poner en peligro al hada.
               . – Está bien. Cuéntame de que se trata.

Continuará...

4 comentarios:

Geraldine dijo...

Que hermosos personajes y que agradable es esta lectura.

mariant iberi dijo...

Me alegra que te guste, agradable es siempre tu paso.
Un abrazo

Juana Infante dijo...

Que cuento tan lindo. Me encanta leerte, siempre es un placer.

mariant iberi dijo...

Muchas gracias Juana
Un beso

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